Las tiranías del pasado: olvidos, memoria e historia
Eugenia Meyer
La lucha permanente del historiador en contra del olvido y la reconstrucción de la memoria obliga a un compromiso irrenunciable por recuperar el pasado, y con él, las experiencias que dan cuenta de procesos de intolerancia, racismo, torturas, así como de violaciones permanentes de los derechos humanos, los cuales con el tiempo podrían estar condenado al soslayo o la desmemoria. De lo que se trata, entonces, es de sostener un permanente combate por fortalecer y convalidar el compromiso del historiador, como individuo, como parte de la sociedad, por desvelar, descubrir y hasta denunciar los hechos que denigran a la sociedad toda, cualesquiera que sea su origen, o bien las presiones ejercidas para apañar la realidad conforme a verdades convenientes, que no convincentes.
De allí la necesidad de trabajar con los usos múltiples del olvido, de combatirlo a partir de la reconstrucción de las historias, a pesar de lo doloroso y traumático de los recuerdos que, por razones múltiples, a manera de defensa, las víctimas tratan de alojar en lo más recóndito e impenetrable de su memoria. En ese sentido, el rescate de historias de vida tiende a allanar varios caminos: la recuperación de la memoria, el desahogo a manera de liberación, e incluso una catarsis emocional y psicológica. Los derechos humanos expresados como permanentes movilizaciones, como patrimonio moral y político y como instrumento de uso jurídico y burocrático, tienden a expresarse como parte del lenguaje popular para estimular las acciones sociales. Sin embargo habrá que recorrer un largo trecho hasta configurar una sólida conciencia social y ética, tanto colectiva como personal. Por el contrario, los usos y abusos de ideologías y censuras, sutiles o francamente abiertas, dan cuenta de formas diversas de ocultamiento o deformación de experiencias padecidas y sufridas, que son a fin de cuentas una denostación de nuestro tiempo y de nuestra sociedad. Si, como se ha dicho, la centuria pasada fue la de la gran revolución de las comunicaciones, corresponde a los historiadores del siglo XXl contribuir permanentemente a recuperar ese pasado próximo e incluso el actual, a fin de colaborar en la revelación y denuncia de las injusticias y defender los valores éticos de la humanidad.
* Eugenia Meyer, historiadora. Profesora de historiografía e historia contemporánea en el posgrado en historia de la Universidad Nacional Autónoma de Mëxico, especializada en el campo de la historia social y de las mentalidades. Pionera en el desarrollo de la historia oral en el continente americano, trabaja permanentemente en el uso de nuevas fuentes para una nueva historia. Desde hace un tiempo está abocada al desarrollo de una teoría y praxis para el estudio de la infancia en México. Coautora de Palabras del exilio. Contribución a la historia de los españoles en México, y Un refugio en la memoria. La experiencia de los exilios latinoamericanos en México. Su más reciente libro, El futuro era nuestro. Ocho cubanas narran su historia de vida.